Reglas para la familia
No le interrumpas cuando intente hablarte.
No finjas que le has entendido.
No le hables alto, no está sordo.
No le irrites, ten en cuenta que ahora somos un poco susceptibles.
No le compadezcas.
No le evites, sigue siendo el mismo y tu saludo es muy importante.
No le mimes demasiado.
No le agobies, respeta su deseo, de estar en silencio a veces.
No le hagas un invalido, comparte todo con él como antes.
Ten paciencia, su recuperación es lenta.
Controla que todos los días realiza sus ejercicios físicos y sus ejercicios de prácticas del habla esofagica.
Vigilar su higiene personal, ahora no tenemos olfato y nos podemos descuidar un poco.
Llevar mucho cuidado con el gas, insecticidas y fuertes olores como la lejía o los desatascadores, ya que no detectamos su presencia.
Recuerda que en los próximos cinco años hay que ganarle una batalla al tiempo, con mucha paciencia y siendo muy disciplinados.